Haré un corte de
cuentas, pero de verdad. Haré un corte de cuentas, pero al revés. No resumiré
lo que he hecho o sido hasta ahora para ver cómo voy. Borraré, en cambio, la
historia. Aniquilaré el pasado. Terminaré de un plumazo con la inercia, con la
tradición, con lo que siempre ha sido así, con el oscuro pasado. Hoy seré
bendecido por el amanecer. Hoy sentiré una nueva brisa en mi cara, un nuevo
mensaje qué dar y recibir. No me importan tus días antes de hoy al conocerte, y
espero que me correspondas con eso. Hoy, a esta hora, comenzará la construcción
limpia, sin contaminación alguna, con la frescura y la emoción de lo nuevo, de
lo incierto. Ya no hay decretos ni prohibiciones enquistadas en mi mente, en mi
corazón. Así que, de ahora en adelante, caminaré a un nuevo paso, con los
oídos, los ojos y la piel abiertos a la nueva verdad que ocurra ante mis
sentidos, ante una cabeza abierta y sin prejuicios. Desde ahora, seré libre.
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