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miércoles, 21 de septiembre de 2022

El amanecer

El amanecer. Podría ser que lo que llamamos Amanecer sea para muchos el comienzo de otro maldito día, monótono, trágico. Podría, para otros, ser una oportunidad para desarrollar sus potencialidades, para descubrir mejores estados, para ser felices. El hecho es que hemos tomado de la naturaleza, del movimiento majestuoso de dos cuerpos celestes y del brillo infinito de una estrella gigantesca que nos dio la vida estos llamados días, que marchan uno detrás de otros y que miden nuestra existencia. Puede ser que tanto para quienes lo consideran un nuevo fracaso como para los que encuentren mayor motivación, el amanecer, ese destello que nace desde la madrugada y termina con nuestro despertar, sea uno de los conceptos más amplios y manoseables que hay.

miércoles, 7 de septiembre de 2022

Ser un viejo

Su negativa ante la llegada casi imperceptible de la vejez lo hizo atribuir a su torpeza elementos fantásticos que la hacían parecer una fuente de anécdotas fuera de serie. Se enganchaban las correas, no encontraba sus cosas, se tropezaba con objetos inexistentes y demás episodios que se iban juntando con las dolencias inevitables de una vida de descuidos y ligerezas. No fue sino hasta que un último acontecimiento que ya no recuerda lo hizo percatarse, dolorosamente, de la presencia, innegable por evidente, de eso que tanto temió: ser un viejo.

No hay gente mala

No hay gente mala: hay gente ignorante. ¿Ignorante de qué? De la bondad, de esa capacidad y disposición para hacer el bien… de la virtud, pues, que se quebró durante su crianza o por una experiencia en particular. Seguramente mucha gente pensará que estoy hablando paja y que, por supuesto insistirá en que hay gente mala. Tal vez ese pensamiento sobre “gente mala” es parte de nuestra necesidad de que haya alguien malo a quien echarle la culpa de lo que pasa. Quizás es la necesidad de etiquetar rapidito al otro para no conocer sus motivos al hacer maldades, alejándolo y perdiendo la oportunidad de comprenderlo y poder ayudar en el futuro. Quién sabe si tal vez es falta de ganas en asumir nuestra responsabilidad en los asuntos, porque ¿sabes?, nunca vamos a querer admitir que en algún momento pertenecimos al grupo de las personas malas.

lunes, 5 de septiembre de 2022

Intimidad abandonada

A falta de apuntalamiento interno, de asidero propio, mi identidad debe salir y regarse por allá fuera para constituirse de lo que encuentre por ahí. De ahí que debo ser patriota rabioso, un apasionado miembro del condominio o del partido, de un exclusivo grupo contemporáneo o profesional. Desaparecí de mi propia intimidad. A falta de ser, debo pertenecer, debo hacer incansablemente. Debo defender apellidos, banderas, logos y hasta hobbies para sentir que estoy haciendo lo correcto, que no estoy traicionado eso que ahora soy. Pero no soy nada de eso, realmente, porque todo ello es secundario. Aunque mi ego me grita que me atrinchere, que apuñale al desertor, en mi soledad se desata todo lo que dejé abandonado: mi verdadero yo: eso que era antes de ser enjabonado con ideas de otra gente. Es como una verdad que me persigue mientras yo busco enterrarla entre la multitud, entre el ruido, entre las consignas inútiles que igual no me dejan dormir en paz.

domingo, 4 de septiembre de 2022

Sentirse bien

Aparentemente, todo en la vida conspira contra la sencilla afirmación: "me quiero sentir bien". Dicen que ese sentirse bien depende de tantas condiciones que es prácticamente imposible. Dizque creencias, dizque expectativas, dizque experiencias, dizque maneras de percibir. Ese envoltorio grueso e impermeable se muestra imbatible, sobre todo para quienes no están dispuestos a retroceder, dolorosamente, aunque solo esto permita avanzar en la curación.

sábado, 3 de septiembre de 2022

La pelona anda suelta

La pelona anda suelta. Se descontroló. En contra del pronóstico de que cuando están lejos no está cerca y viceversa, la muy desgraciante se hizo presente aquí, allá y acullá a misma vez. Con una barrida muy jodida, se llevó a varios, muy queridos unos, igual de impactantes otros. La dinámica de reunirse en el duelo para la reflexión se vio interrumpida por la nueva noticia, y así iba. Así que, en medio del sacudón y sus réplicas, no ha habido tiempo de aprender ni un poquito de aquello que supone la peor pérdida y que debe brindar el mayor aprendizaje de todos: la muerte.