Sin garantía

La factura no garantiza propiedad. El acta de matrimonio no garantiza felicidad. El diploma no garantiza experticia. La declaración no garantiza cumplimiento. El discurso no garantiza compromiso. El acuerdo no garantiza el feliz término. El comienzo no garantiza la eternidad. El crecimiento no garantiza la maduración. La cantidad no garantiza la calidad. La precaución no garantiza seguridad, ni el descuido tragedia. El consenso no garantiza uniformidad. La confianza no garantiza fidelidad, ni la desconfianza certeza. Persignarse no garantiza santidad, ni la blasfemia maleficio. En fin, no busques tanta garantía porque no la hay… ni siquiera cuando las cosas te salieron bien. Para que veas, no hay garantía ni siquiera, de que las cosas salgan mal.