Qué importante pareces
ahora. Qué por encima te haces notar. Caminas más segura y sin ver ya para el
suelo. Quedé tan impactado, que ni si quiera estoy seguro de que me reconociste
al pasar a mi lado; no sé si me tropezaste a propósito o si, por el contrario,
ya terminaste de borrar mi imagen de tu camino. Por lo que veo, tu manera de
ser, de acercarte, de mirar quedaron tiradas en el pasado. Veo que tienes nueva
y concurrida compañía; veo que ríen en coro y que comentan acerca de los demás.
No me cuadran tus ojos vacíos con lo que puedo recordar. No puedo comparar tus
frivolidades evidentes con la condescendencia que no he alcanzado a borrar, que
derramó sus semillas en suelo estéril… por lo que veo. De verdad, ahora que te
veo, no te veo; ahora que parecía la oportunidad para renovar mis recuerdos de
tu expresión en mi expectante impaciencia, prefiero no hacerlo.
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