Mientras
vas y vienes, podría tomarme un cafecito. Mientras te vas y vienes, podría
sentarme un rato, y mirando el reloj me dejaría sorprender por tu presencia.
Mientras te vas y vuelves, podría aprovechar y ordenar un poco la casa. Mientras te
vas y vuelves, podría replantear lo nuestro y mejorar para gustarte un poco
más. Mientras te vas y vienes, la soledad voluntaria será buena consejera y
seguramente regalará mejores puntos de vista, más provechosos momentos para el
futuro. Mientras te vas y vuelves, podría recorrer caminos inéditos, conocer
personas, sentir cosas nuevas. Mientras te vas y vuelves, te pensaré y al ver a
quien se me acerque, diré que existes, que te espero. Mientras vas y vuelves,
cederé ante algunas tentaciones, pero nada de importancia, sólo urgencias del
momento. Mientras vas y vuelves, tal vez sienta frío y busque calor. Mientras
vas y vuelves, tal vez me despierte un día y vea que mi mundo es otro y no el
que dejaste. Mientras te vas y vuelves, el otro mundo, mi mundo, florecerá y echará
raíces. Mientras te va y vuelves, si es que vuelves, estaré aquí, donde ya
sabes, tal vez ya sin esperarte.
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