El whisky es como una rubia hermosa, alta,
elegante, que te acompaña en las reuniones, pero que no te besa en la boca.
El ron es una morena un poco más baja en estatura,
que te abraza, que quema con cada beso, que embriaga y te hace perder la razón
mientras no se te borra la sonrisa.
La cerveza es una trigueña que no tiene apego por
ti, pero que sin embargo se acerca y te brinda cariñitos y picardía ocasionales.
Va y viene.
El vodka es una dama circunspecta, seria, que te
sonríe de lejos, pero que cuando le poner algo de jugo de frutas, se va
acercando y como último recuerdo te deja un beso en la comisura del labio.
La ginebra es la hermana traviesa del vodka.
El vino es una chica conversadora, de mediana
edad, que te habla de sus experiencias, sus aromas, sus delicadezas sin dejarse
tocar la mano sobre la mesa. Entre sus tinturas, rubores y palideces sólo te
mirará con picardía sin regalarte nada.
Hay muchas más damas en sus botellas, que se abre
y dejan sentir sus aromas, sus sabores, sus efectos fabulosos, pero éstas son
las que encuentro con más frecuencia en el camino.
Salud!!!!!!!!
ResponderEliminarExcelente manera de ligar el licor con lo femenino. Me gusta...
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