Hola,
Cuerpo. Veo que vienes nuevecito, lisito, algo pegajoso, pero parece que esto
último se quita. Como promesa de año nuevo de dieta y logro, te prometo que
haré lo posible por mantenerte limpiecito, entalcadito y sano. Voy a armar
algunos buenos planes para mantenerte en forma, entonado y siempre capaz de
pegar una carrera de emergencia. Por ahora tengo problemas con eso de hablar,
con decir qué me pasa y que alguien me ayude, porque las palabras me salen aún
regadas. Pero, Cuerpo, creo que nos la llevaremos bien. Ahora estoy viendo cómo
hago para conectar los cables de la cabeza con los de la lengua; los de la
mente y los de la paciencia, y sobre todo los que parece que reaccionan más
tarde, que son los del espíritu. Creo que entre tanto juguete y arrumacos se
hará difícil atender eso por ahora, pero ya veremos qué es lo que tanto hablan
allá afuera de la materia, porque creo haber escuchado que la gente se queda
atascada entre los juguetes y la necesidad perenne de arrumacos.
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