La culpa es del reggaetón. Esa música
del demonio que no deja pensar claramente a los muchachos, ¡por
Dios! Claro que es el reggaetón, ¿no ves que esos movimientos son
una perversión, un pasaje a la sinvergüenzura, un tobogán al
pecado? El reggaetón es una prueba de paciencia a la decencia, de
locura para los padres, de espanto para los abuelos. No hay duda de
que lo que está llevando a los imberbes a sus propias perdiciones es
esa manera de esguince enfermizo que se derrama de la letra de esa
joyita de género musical. ¿Qué? ¿Que qué edad tiene el menor?
¡Mi amor! ¿cuándo es que cumple Danielito?
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