Espero que te guste el contenido. Para sugerencias, objeciones, protestas o propuestas, escribe a "leonardo.rothe@gmail.com"

miércoles, 22 de febrero de 2012

Sabor espeluznante


Un sabor espeluznante en los labios. Sin tocarte, sin acercarme. Destapas mi tremendamente logrado escudo contra las vulnerabilidades. ¿Vieja costumbre tuya? No lo sé. No sirve de nada saberlo. No suma. Pero hay reclamo, hay distancia. Tampoco sirve de mucho saber si es voluntaria o no. La selección es indudable: estoy fuera. Debo pensar que no hay tragedia porque no la hay. No la hay. Hay recuerdos con cuerpo y semejantes ojos; pero tragedia no. Si no mirarte es un requisito, lo asumiré con cierta reticencia. Si debo respetar el campo a tu derredor, no hay problema. Pero en la clandestinidad, en la oscuridad, por el medio electrónico posible seré tu fiel admirador, tu pretendiente fantasmal, tu amante de papel. Te haré caricias con frases, te miraré como me dé la gana desde mi soledad privada; te haré el amor y sentiré tu aroma desde este teclado de mierda. Pero lo haré. Lo haré porque me da la gana y no estarás para impedírmelo. No te pido permiso para ello; seré un ladrón que, en su travesura catalogada de peligrosa por los sesudos de relaciones, de sociedades, hará estragos como un niño al encontrar el juguete soñado.
Si le gusta, mejor. Ha de ser “bueno”. Si no, la verdad es que no me importa… no mucho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario