¿Cuál será tu coartada?
¿Dónde dirás que estabas mientras la vida pasó y no la abordaste? ¿Qué estarías
haciendo, que pasó semejante expreso y no te diste cuenta? ¿Qué argumento
esgrimirás, ante semejante omisión? ¿Qué pensarás cuando veas que los demás si
entregan su cuaderno de tareas? ¿Qué propondrás para recuperar el tiempo
perdido? ¿Creerás tú mismo en lo que propongas? El sol baja en el horizonte y
ya los pasos pierden la certeza que no pudo ser para ti. Ya se acerca el
momento de sentarse, descansar y hacer un recuento en el que no sé si quieras
participar. Mientras, sólo te veo leyendo este escrito y perdiendo la mirada de
vez en cuando. Mientras, sigues en la misma inactividad que te caracterizó y
que muchos pensaron normal y conveniente. Mientras, y para cerrar, por favor,
levántate y trata de hacer algo que te arranque la sonrisa que te debes hace
tanto tiempo. No tienes coartada; no existe.
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