Qué fastidio. Ya no hay
buenos y malos solamente. Los híbridos han venido a jorobarme la tranquilidad. Antes
solía ser de los buenos, pero ahora escucho cosas. La primera piedra, la bestia
que salva y demás figuras que revuelven mi claroscuro hasta ahora tan arregladito,
entalcadito, perfumadito. Ahora resulta que no sólo los malos no son los que
tienen esto vuelto un desastre, sino que hay algún tipo de bueno sin cabeza que
nos hunde igual o a mayor velocidad. Ahora resulta que hay malos que no
eligieron ser malos, y por un cuento de éstos que no entiendo, igual joden a
todos con la sonrisa enfermiza en el rostro. Ahora resulta que hay matices en
la moralidad, al menos puertas adentro. Descubro boquiabierto que todo eso se
mezcla en un envase que lo aguanta todo llamado hipocresía y del que todos tenemos
un ejemplar en el bolsillo, en la casa, en el corazón. Pero no importa, me
esconderé un rato para ver todo desde aquí y saber cómo es que se maneja esta
novedosa herramienta, porque déjeme decirle, a muchos les va muy bien ...según se
rumora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario