Pediré
por favor de que me ames. Compraré tus besos. Alquilaré unas caricias. A pesar
del precio, lo pagaré, y así serán míos esos menesteres. Llamaré tu atención,
como en subasta, hasta que ya no haya nadie más que se atreva a llevarte.
Suplicaré que me mires. Lloraré hasta que sepas que estoy ahí, después de horas
viéndote dormir. Haré berrinche tras berrinche hasta que me preguntes. Apagaré
la luz cuando leas. Cantaré cuando oigas tu música preferida. Te despertaré
varias veces en la noche, sólo para que recuerdes con quién estás. Te esconderé
tus pantuflas, haré un huequito en tu bata. Mojaré tu pan y colocaré tu comida
al revés. Cerraré el grifo cuando te bañes…y cuando te rindas, y me preguntes
qué quiero, sonreiré y te diré que nada, que todo está bien así, para no
arriesgarme a tenerte al fin, y que comience la terrible cuenta regresiva.
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