Me
agregaré al féizbuc con otro nombre. Seré dos. Con otro nombre podré ser un
equipo que se encargue de confundir. Pondré mis dos nombres como amigos,
admiradores, pretendientes. Los pondré a coquetear entre ellos, hasta que se
enamoren. Pelearemos, nos diremos unas cuantas cosas y después jugaremos a
separarnos una y otra vez.
Seremos dos caminantes que observen todo a su
alrededor. Nos esconderemos detrás de las piedras y cuando algo no nos cuadre,
nos miraremos pícaramente y actuaremos en complicidad para pillar a los demás,
para saber si son picaflores o gente con quien se pueda conversar. Seremos dos
partes de una comedia, en la que quien se ríe no será el público. Seremos dos
espías colaborando uno con el otro.
Cuando me canse, desactivaré uno de los nombres y vagaré
solitario por el muro; me recostaré en los postes, en las esquinas por donde
conversan los demás. Después de recoger lo que vea, lo comentaré a mi otra
mitad en nuestro refugio… tal vez me dé alguna buena idea de cómo responder, de
cómo escribir, total, él tiene más tiempo que yo allí.
Por último, volveremos los dos para anunciar la
retirada. Caminaremos por última vez entre la multitud, nos despediremos,
picaremos el ojo a una que otra fémina y después de abrazarnos muy fuerte,
haremos “log off” para siempre. Seguirán apareciendo nuevos nombres y nunca nadie
sabrá cuál será el fantasma multiplicado que alguna vez, de manera fingida, se
burló de todos.
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