Quien se ocupa
de las diferencias de modo imbécil, actuará como un imbécil. Ridícula salida de
la burbuja inducida por sus representantes. Absurdo rechazo a un regalo por su
envoltorio, que de paso es precioso. Absurdo crédito, no a la vista, sino al
prejuicio. Absurda enfermedad del alma, como dicen, que se atiza con enrarecido
entusiasmo. Absurda burla que nos rebota en la cara, y quedamos tan feo, que
queda sólo para el vil grupete, para el oscuro momento, el retorcido placer de
sentirnos superiores. Absurda automarginación en el caleidoscopio que invita a
vivir plenamente. Infeliz deducción, basada en argumentos bastante miserables. Esclavitud
del poseedor por sostener su endeble título. Es un peo perdido a priori. Es la
inferioridad espiritual lanzando brazadas de ahogados. Bueno, mis panas, peo de
ustedes creer en catires del desierto.
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