Amanecí
contento. No sé por qué. Sería bueno saberlo, pero en vista de que no aparece
la causa, seré resignado en la felicidad. Sonrío solo, sin pensar; es un impulso
extraño que pasea por mis ojos y labios. Cosquillas furtivas dan a luz
picardías espontáneas, para nada evitables. Soy un farol el día de hoy. Soy una
buena influencia. Los minutos no arrancan el bienestar. El calor del día no
humedece mi visión. Las gotas de llovizna me buscan para tener buen final. En
fin, el día de hoy es un reto al entorno para que golpee mi entendimiento, mi
certeza en medio de la falta de claridad respecto de mi benefactor secreto.
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