Estás contento, ¿verdad?
Se te nota. Hacía tiempo que no te veía así, con brillo en los ojos, con los
dientes sin timidez. Hacía tiempo que no recordaba cómo eras cuando te pasaba
algo bueno, algo que te animase a reírte así. Es bueno saber que no pierdes ya
el tiempo en cosas que sólo te quitan la sonrisa. Hacía mucho que habías
olvidado alegrarte e imagino que te costó recordarlo, ¿cierto? Es bueno que
aprendas a sonreír más seguido, para que no se te olvide, para que goces, sin
autoprohibición, cómo vivir después de salir de la oscuridad, de la ceguera. Es
necesario que comuniques a tus amigos y familiares que estás dispuesto a estar
bien y a compartir tu bienestar como semilla de otros. No tienes idea de lo
contento que me pone tu contentura, después de verte sufrir, de verte llorar
por cosas que desde lejos no lucían tan grandes. Espero que sigas así, para
cuando llegue otro momento difícil, sepas que hay salida y que sólo es “otro
momento necesario” que servirá para sacudir tu enfermiza tranquilidad de
entonces. ¡Salud, Pana!
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