Tierna piel. Cálida piel
que da vida, que la mantiene. Ingenuidad prolífica en sonrisas, en suspiros y
berrinches. Naturalidad sensual que desembocó en esta escena de olores
tempranos y amamantamiento; en purezas sin argumentos dichos, escuchados ni
escritos; en horas de irrigación divina, total. Comienzo de algo. Nacimiento de
miradas y químicas en el aire. Madrugadoras y potentes intenciones de edificar,
de echar raíces, ser “alguien” para una escasa, atenta y quizás implacable
audiencia. Como foráneo admirador de tan seria empresa, sólo queda desearte
suerte, en esta, tan particular y divina fuente de recuerdos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario