Yo confío en mí. No tengo
que demostrarme nada; al menos por ahora. Yo sé que soy honesto, pero tú no…
¿sabes cuánto me importa? un carajo. Fíjate que yo no interrumpo a quien me
explica algo que ya sé y me limito a aprender de lo nuevo que escucho, de esa
nueva perspectiva. Yo no grito cuando ayudo a alguien para que los demás sepan
que lo hago. Yo no soy la voz cantante en las reuniones y sólo hablo cuando puedo
aportar algo; y vaya que me prestan más atención cuando estoy callado. Me agrada
el anonimato, aunque no siempre lo logro; a mi pesar, cierta popularidad no siempre
deseada se me sienta al lado. ¿Qué quieres que te demuestre? Yo no.
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