Quiero
mis rayas en el piso. Necesito saber por dónde es la cosa. Por favor, quien
tenga el plano y la brocha, que se aparezca y haga su trabajo. Quiero saber si
lo que hago está bien o no, si voy por la senda que debo. Se le agradece a los
responsables de guiar al resto, que hagan su acto de aparición y extiendan el
brazo en dirección correcta. Estoy esperando y nada pasa… ¿qué pasa? Estoy casi
seguro de que con algo de pintura blanca en el piso, tomaré impulso y recobraré
la inercia recién perdida, ya anhelada. ¡Hey, tú! ¿No has visto al señor por
aquí? ¿No? ¿No sabes cuando pasa? Qué vaina… bueno, por ahora, bajaré la
velocidad e iré muy pendiente de cualquier poste repentino, de cualquier pared
oportunista que quiera arremeter contra mí.
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