Ataques
por más de un flanco. Heridas perpetradas involuntariamente, ligeramente.
Desbalance entre la falta y la pena. Latigazos de victimarios, víctimas usuales,
dados con inercia, con ojos ciegos. La culpa, usual también, parece paralizar
la respuesta, la solicitud de justicia tardía, y todo sigue; se continúa en el
camino plagado con retoños de espinas, tal vez, sembradas algunas lunas antes.
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