Podrías tener ese rostro o cualquier
otro. Podrías ser de aquí, de allá, de más allá. Podrías tener
cualquier religión, vestirte de cualquier manera o dormir las horas
que te plazcan. Lo que te define viene de adentro, y como buen tesoro
interior, sale por tus ventanas color pardo. Lo que eres, lo
fascinante que traes contigo comienza a derramarse apenas pronuncias
palabra, apenas gestualizas. Es una obra de arte renovable que debe
otorgarse al mejor postor. Es tu manera de decir mientras escudriñas.
Es tu modo de jugar con candela mientras demuestras tranquilidad.
Apenas te mueves, las escarchas de tu brillantez comienzan a salpicar
al afortunado alrededor. Es el dolor dominado y a tu orden la
circunstancia que te creó como eres. Eres objeto de la vulgaridad
del necio y de la delicadeza del comedido por igual. Eres algo
importante para quien pase a tu lado, aunque no lo sabrán explicar.
Eres un personaje espectacular, y voy robarte para la mejor de mis historias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario