Soy un par de tetas, aparentemente. No
mucho más. Cuando me habla, la raza humana no quita la vista de mi
maś reciente inversión. Ni suben a mi rostro, ni bajan de XXX. Mi
pecho es la noticia, la novedad, el tema. En la intimidad te pediré
extremo cuidado, te fastidiaré a más no poder con mi exceso
escultural. Cualquier cristal enfrente será ventana de chequeo. Mis
flamantes lolas, debajo de mis pecas, no dejarán de ser acomodadas,
acicaladas, buscando la mejor pose para la ocasión... casi como tus
músculos, pues.
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