Tengo que saber cómo hago para bajar todos los pensamientos elevados para que me sirvan en la vida cotidiana. Debo lograr agarrar todas las ideas, todo el mármol y los relatos fabulosos y ponerlos a funcionar en esta parroquia, en el mercado y la barbería. De verdad que hay cosas buenas y útiles allá en las alturas, donde nace la inspiración, donde se abren los grandes portales hacia la salvación, hacia esa sustancia tan difícil de entender, de poner en práctica. Pues, debemos ver qué sacamos de esa fuente de bienestar, porque de lo contrario corre el peligro de sencillamente no existir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario