Tócate, anda. Tócate la cara, los brazos. Tócate el pecho y las piernas. Siente el calor que todavía conservas. Si quieres, toca a quien esté a tu lado, a quien te acompañe. Toca un árbol, mete la mano en un río, los pies en el mar. Asegúrate de que todavía conservas tu lugar en esta vida porque en cualquier momento no lo podrás hacer; y si en ese momento todavía estás vivo, te quejarás, con agrio pesar, de lo que ahora das por sentado y desperdicias sin temor. Estadística insalubre… impelable.
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