La vida me resulta esquiva. ¿Por qué la vida no es como quiero que sea? ¿Será que no estoy en el lugar o el momento adecuado para que lo sea, que me tengo que ir o esperar un poco más? ¿O será más bien mi perspectiva, mi manera miope de ver las cosas? Si fuese mi lente el del problema, ¿por qué pienso así, por qué me empeño en esperar que la vida sea de tal o cual manera? ¿De dónde saco yo tanta expectativa, tanta plantilla ajena que termina en un choque de frente con la realidad? La verdad, es que no tengo la menor idea. Seguiré sufriendo, pues, un poco más a ver qué sale… porái dicen que de tanta roncha, uno termina por aceptar y tranquilizarse, pero yo no quiero ser así de pusilánime.
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