Entrar en la locura ajena. Meterse a jugar la locura colectiva. Contaminar sin mucho sentido lo que cuesta tanto mantener sano. Ser halado por las fuerzas poderosas de la ira, la tristeza, el miedo. Dejarse enganchar por un comentario, por una noticia, por una especulación y caer por el hueco de la discusión con los demás o con uno mismo. El cuestionamiento, la resistencia, el pie de guerra siempre a punto, bien dispuesto para dejarse llevar y perderse cada vez. La pesadez me embarga y no sé exactamente por cuál de los episodios... Digamos que por todos, por el conjunto, por la pila de basura que todavía me cuesta esquivar cuando aparece en el horizonte de mi vida generalmente calmada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario