Espero que te guste el contenido. Para sugerencias, objeciones, protestas o propuestas, escribe a "leonardo.rothe@gmail.com"

martes, 15 de octubre de 2019

Al fin ocurrió

Al fin ocurrió. Se alinearon los reveses y caí de culo. La mente se enredó tanto tratando de mirar, analizar y buscarle el lado bueno a cada cosa que tenía enfrente —real o imaginaria— y finalmente colapsó. Se perdió el frágil equilibrio. Se alcanzó el punto crítico. Se rebasó el límite y el cuerpo pasó a ser el nuevo destinatario de la calamidad. ¿Querías evidencia? Pues ahí la tienes. Decir siempre “sí”, abandonarse al torrente ajeno de peticiones, caerle bien a todos tuvo su consecuencia. ¿Qué querías hacer el bien? Puede ser. ¿Qué necesitabas concluir la tarea? Puede ser. Todo eso está bien, pero está claro que las consecuencias ya se hicieron visibles: que la sangre llegó al río. Ahora, ¿qué vas a hacer? ¿Te vas a hacer el loco de nuevo, mientras la normalidad te atrapa y continúas en tu camino demente de ignorar lo que debería ser tu propio interés? Podría ser. Pero puede ser también que tu tozudez ya haya agotado todos los recursos físicos y mentales, y tu espíritu desenchufado, encerrado y amordazado en el sótano ahora no te puede ayudar. Mírame mientras te hablo. Deja de hacer cosas en serie para no prestar atención. Deja de actuar como el loco “con fundamento” que nunca fuiste. Deja esa mirada de vidrio que no mira el barranco que ya toca a tu puerta, sostenido por tu propia irresponsabilidad. Quédate tranquilo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario