Espero que te guste el contenido. Para sugerencias, objeciones, protestas o propuestas, escribe a "leonardo.rothe@gmail.com"

jueves, 22 de agosto de 2019

Una cuidadera ahí...

He pasado toda la vida cuidándome. La precaución ha sido la regla inviolable. Caminar por la calle, manejar e incluso pensar han estado bajo la tutela de alguna norma autoimpuesta para protegerme. Nada de riesgos, nada de especulaciones “para ver cómo sale”, ¡qué va! Ni un solo paso en falso al tomar una decisión muy importante… —menos importante, nada importante—. El cálculo exacto, el momento y el sitio precisos para hacer mi movida. Si fallo alguna vez, estaré perdido. No conozco la equivocación ni la falla estrepitosa. No soy un tipo irresponsable, como muchos quienes se arriesgan a sí mismos y a sus logros solo por el afán de probar, de “cumplir sus sueños”, de intentar algo de lo que ignoran el resultado. Yo no. Yo seguiré esperando en este sillón el momento indicado para saltar sobre la oportunidad indiscutible. Seguiré arrugándome y perdiendo fuerzas y ganas; con este mapa y este reloj en mis manos mantendré el ojo en la mira, porque lo que no soy yo es un aventurero negligente de triunfos ligeros y sin el sacrificio que supone la seguridad absoluta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario