Espero que te guste el contenido. Para sugerencias, objeciones, protestas o propuestas, escribe a "leonardo.rothe@gmail.com"
viernes, 10 de abril de 2020
Estos viejos locos
Qué
viejos tan locos. Al primero lo escuché dándole las gracias “muy amablemente” a
la contestadora que da la hora por teléfono. Me le quedé mirando para ver si me
estaba echando vaina, pero no: le dio las gracias a una máquina. Creo que no
tiene salvación ya. A la segunda, la vi aplaudiendo al final de un concierto de
la filarmónica. Me asomé cuando escuché el ruido y de verdad se veía
emocionada, sonreía y estuvo ovacionando por poco menos de un minuto. La verdad
es que se le cayó un tornillo y se le perdió bien lejos. El otro tiene una maña
rara, pero en este caso es social: cuando lo llaman por teléfono y es una
llamada equivocada, busca conversa sin importar quién sea. He visto que la
entabla efectivamente, afablemente, y profundiza en el tema de las llamadas
equivocadas, sobre sus causas y saca sus anécdotas a pasear. Cuando tranca y le
pregunto quién era, me dice que no sabe. Este sí que perdió la material gris
para siempre. La verdad es que me choca ver este tipo de comportamientos raros,
fuera de lugar, muy locos y me pregunto por qué lo siguen haciendo, así de emocionados,
sonriendo, amables con los desconocidos… como si fuera algo bueno. En cambio
yo, tan serio por sobre todas las cosas, inteligente, analítico, intelectual,
prudente, ya no aguanto esta pose rígida, esta amargura pegajosa, esta
pertinencia inútil: esta soledad que me mata.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario