La vida es una fuente de posiblidades infinitas todavía inconcebible para nosotros. Puede que ocurra una cosa o puede que ocurra otra. Todo es una seguidilla imparable de acontecimientos, uno tras otro, uno a causa de otro. Nada ha de ser casualidad, aunque parezca. Nada ha de ser un premio, aunque parezca y así con la fatalidad. Todo es posible... todo. Cuando salimos a comprar algo, tal vez no lo encontremos. Cuando salimos a comprar algo, tal vez conozcamos al amor de nuestra vida. Cuando salimos a comprar algo, tal vez alguien querido muere. Todo es posible. Todo es todo, no lo que queramos que sea, no lo que soñamos que sea, aunque a veces ocurra y nos sintamos felices. Todo es posible y todo es por un ratico de segundos, horas o años, pero ratico al fin, aunque parezca toda la vida. Todo es posible, y cuando no es posible para nuestra cabeza, ocurre la locura de la resistencia a lo posible, a lo que siempre pudo ser, a lo que, en últimas, terminó siendo.
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