La vida no
puede ser solo esto. No puede ser solo una serie de momentos, uno detrás de
otro… sin conexión. No puede ser solo unos latidos casi infinitos que mueven un
carro sin volante. No puede ser inteligencia sin propósito ni decencia que solo
entretiene. No puede ser todo tan aburrido. La vida pasa y no veo luces. La vida
no puede ser un bolsillo que nunca se llene, aunque esté desbordado; ni la
tensión que le sigue. La existencia no puede albergar solo presuntos amores
aislados, inconexos, que al juntarlos no parecen amor nada. No sé lo que será
en verdad —y vaya que quiero saberlo— pero no puede ser este desorden
disfrazado de progreso, de avance, de grandeza. Parece una mala receta que
termina en un postre insípido y hasta amargo; una aritmética sin gracia ni resultado,
un sálvese quien pueda, un horizonte que sí llega y resulta una farsa.
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