Imagina vivir sin esperar nada. Imagina no tener sacar cuentas cada cierto tiempo solo para que resulten negativas. Sé que es difícil, pero haz de cuenta que el concepto de merecer pierde sentido, mientras que actuar con bondad es la nueva onda. Imagina, pues, ir por la vida sin crear deudas no solicitadas en los demás, dejar de caminar de la mano del miedo que da no recibir y no crear ese miedo en los demás. Imagina la vida como un paseo solvente, fluido, difícil a veces, pero recuerda que la experiencia y la sabiduría no se ganan en una caminata por el parque. Yo, pues, tengo la corazonada de que cuando no se espera nada y se da lo necesario (dije “lo necesario”), eso que la ficción te hizo esperar de los demás, esta nueva verdad te lo multiplicará positivamente sin mucho trámite.
Excelente.
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