No quiero una vida de la que me tenga que "escapar" de vez en cuando. No quiero seguir un modelo que me hipnotice entre azotes disfrazados de motivación y me haga caminar, muy a pesar de mis verdaderas necesidades, dándome premios no solicitados o bienestares emplantillados con los que debo pagar los escapes. No quiero una prisión maquillada con ilusión y malabarismo de la que puedo conseguir permisos amañados para salir a una libertad que, aunque disfrute ampliamente, me da un temor espeluznante permanecer en ella y decidir por mí mismo. No quiero volver a semejante celda como un niño que vuelve del parque todavía con ganas de jugar. No quiero, en últimas, que cada huida ganada como niño bueno tenga su correspondiente e inevitable regreso a regañadientes
No hay comentarios:
Publicar un comentario