Espero que te guste el contenido. Para sugerencias, objeciones, protestas o propuestas, escribe a "leonardo.rothe@gmail.com"
martes, 14 de julio de 2020
domingo, 12 de julio de 2020
Acumular conocimiento
Acumular
conocimiento sin tener capacidad de análisis es como ir guardando telas e hilo
sin poder hacer un vestido. Es acumular recetas sin poder cocinar. Es andar con
un millar de plantillas a cuestas y solo poderlas usar cuando se toca el tema. Es
escasez en la abundancia, es aspaviento sin respaldo, es toda una necedad
respaldada por la academia. Conocimiento sin análisis probo es bomba nuclear,
es arma de guerra, es hambre y pobreza para la mayoría. Así que no me vengas
con tu sarta de cosas aprendidas sin comprender, que estoy ocupado.
lunes, 6 de julio de 2020
Qué sabrosito es ser romanticón, ¿verdad?
Qué
sabrosito es ser cursi, romanticón, como que me muero por ti. Qué rico sentir
que te voy a ver dentro de un ratico y se me va a quitar esta ansiedad que no
me deja comer en paz, que me impide prestarle atención a mis padres, al
profesor, al jefe. Una miradera por la ventana, interrumpida cada vez por un “¡Epa,
Ignacio! ¿Qué te pasa?”. ¿Que si es amor? Por supuesto que lo es, si hasta me
baño todos los días. No podría ser nada más que lo más puro y lindo que me ha
pasado en la vida. Escribo tu nombre en el pupitre, en el banco del parque, en
el árbol, por todos lados para que quede registro de este acontecimiento que
tomó por cautivos a mi corazón y mi mente. No puedo… no quiero evitar pensar en
el futuro, en vivir juntos, en despertar junto a ti, en anochecer contigo; en
una familia con nuestros apellidos, domingos, jardín, perro y foto. Serás mi
tapa del frasco, mi guinda del trago: lo serás todo. De verdad que no puedo
evitar llorar un poquito cuando siento que esto terminará y nuestras vidas
juntas perfectas se irán por el precipicio, causando una calamidad insuperable.
Por eso, lo que significas para mí, por el peso que tienes en mis días
presentes y futuros, me convertiré en un tóxico más y comenzaré de manera
enfermiza a proteger todo eso que significas para mí… ya tú vas a ver.
jueves, 2 de julio de 2020
Amanecí salivando
Amanecí
salivando. Por alguna causa extraña, no dejaba de segregar la saliva con
profusión. El fenómeno fue causado por un bienestar fuera de tono y por demás
vergonzoso, pero qué se le va a hacer. Según me cuenta mi cuerpo —ese último
bastión de cordura—, todavía quedan muchas cosas apetecibles, agradables a las
cuales se le puede hincar el diente o rozar con la piel a pesar de las dificultades, de la escasez, de
lo confiscado, sigue latiendo, escondido en la oscuridad de mi pesimismo, un
arsenal de placeres, honores y querencias que las malas noticias,
afortunadamente, no logran matar. Así que aquí estoy, con el pañuelo ya en
mano, como lobo al acecho, apartando los matorrales del lamento para llegar a eso
divino que siempre hay, a lo que siempre habrá.
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